Régimen para intolerancia a la insulina
Las personas con resistencia a la insulina no dejan de producirla pero al no poder utilizarla adecuadamente, terminan con un nivel de azúcar elevado en la sangre. A este padecimiento también se le conoce como síndrome metabólico, el cual también causa hipertensión arterial, un nivel alto de colesterol y triglicéridos, ataques al corazón y obesidad, entre otros, principalmente incrementan el riesgo de diabetes.
Por ello, el tratamiento primordial consiste en llevar una dieta baja en grasa y hacer ejercicio para perder peso. Además de comer adecuadamente sin brincar el desayuno, el cual controla el apetito y arranca el metabolismo. Se recomiendan cinco comidas al día: desayuno, tentempié a media mañana, almuerzo, merienda y cena). No hay que olvidar que se deben consumir alimentos ricos en fibra como avena y harinas integrales para disminuir la absorción de grasas y azúcares, proteínas vegetales como las espinacas y chícharos, ácidos grasos tipo Omega 3 como las semillas de linaza, germen de trigo y soya.
Para regular el colesterol, glucosa e hipertensión, el ajo y la canela son de gran ayuda. La canela posee aceites esenciales, vitamina A, B, magnesio, zinc, yodo, y flavonoides que favorecen la circulación sanguínea e influyen en el metabolismo de los hidratos de carbono, de tal forma que impiden que éstos se conviertan en grasa.
Uno de los alimentos más completos son las lentejas, que contienen fibra y proteínas. En cambio, evite el alcohol, sal de mesa, azúcar y la harina blanca.
El Cromo también ayuda a regular los niveles de insulina y por ello favorece un mejor equilibrio en nuestros niveles de glucosa y colesterol. Es un mineral difícil de absorber, ya que de todo el que se ingiere con la dieta, sólo un 3% es asimilado por el organismo. Los alimentos que le proporcionan cromo son carnes, verduras y mariscos, levadura de cerveza, cereales integrales, las nueces y los lácteos.
Muchos fumadores con o sin diabetes desarrollan rasgos del síndrome metabólico y cuando dejan de fumar mejora su sensibilidad a la insulina, ya que ésta es la principal contribuyente al desarrollo de este síndrome. La nicotina provoca el aumento de los ácidos grasos libres, en parte activando mecanismos relacionados con la adrenalina del cerebro, la cual aumenta los niveles de glucosa en sangre, incrementa la frecuencia cardiaca y respiratoria. Por eso, también es importante reducir el estrés, porque así también se reduce el cortisol y la adrenalina.
Se puede auxiliar de la práctica de yoga, meditación, el reiki, masajes relajantes, etc. Incluso puede auxiliarse con triptófano, que está presente en el mango, almendras, pimiento y lechuga que a su vez contiene vitaminas A y E, ácido fólico, calcio y potasio.
También es indispensable reducir las bebidas excitantes como el café y tomar dos o tres veces al día una infusión con plantas relajantes como el azahar, valeriana y manzanilla.
No hay que olvidar que el tratamiento para las diferentes alteraciones que constituyen el síndrome metabólico debe ser multifactorial y actuar sobre todos los factores de riesgo asociados.
