Ejercicio y la diabetes

Ejercicio y la diabetes

El ejercicio no sólo es bueno para la salud, sino también para la mente. 

Entre los beneficios del ejercicio se encuentran el fortalecimiento de los huesos y los músculos, mejora la coordinación, el equilibrio, la fuerza y la resistencia, aumenta el nivel de energía, eleva la autoestima, libera las tensiones, y mejora la concentración.

Si el ejercicio se vuelve regular y su estilo de vida, los músculos consumen grasas que favorecen la pérdida de peso y disminuye la incidencia de enfermedades cardiovasculares, además de tonificar y dar elasticidad a sus músculos. 

Algunos de los ejercicios que puede practicar son: caminatas, natación, baile, subir escaleras, ciclismo. 

Los ejercicios cíclicos o repetitivos, en forma continua y prolongada con una baja intensidad queman más grasa. Es bueno añadir pesas si quiere quemar más calorías.

Generalmente hay que comenzar con calentamientos como una caminata por mínimo cinco minutos e incrementar el tiempo y esfuerzo gradualmente. No olvide beber agua, controlar sus niveles de glucemia, vestir cómodamente y no inyectarse insulina en una parte del cuerpo que esté ejercitando.

En los primeros treinta minutos de ejercicio, el músculo consume la glucosa de sus depósitos de glucógeno, que al acabarse consumen glucosa de la sangre. De esa forma, se reduce el exceso de azúcar. 

Frente a un ejercicio prolongado el organismo disminuye la secreción de insulina, que facilita la producción hepática de glucosa, de esa forma se evita la hipoglucemia, que es la falta de glucosa en la sangre y que también puede ser mortal. Una concentración baja de azúcar en sangre se caracteriza por: sudar en exceso, mareos, temblores, hambre, ansiedad, desorientación, desconcentración. Por el contrario, si su azúcar es muy alta puede tener mucha sed, fatiga y orinar mucho. 

Por el contrario, si el cuerpo no tiene suficiente insulina para utilizar la glucosa liberada durante la práctica de ejercicio, la glucosa permanece en la sangre, lo que provoca concentraciones elevadas de azúcar. Esto recibe el nombre de hiperglucemia.

Si va a hacer ejercicios de larga duración se recomienda Ingerir suplementos de hidratos de carbono durante el ejercicio, como pueden ser barras de frutas o cereales, galletas Marías, frutos secos o frutas como la Manzana. 10 a 20 gr de carbono y consumirlo cada 30-45 minutos. Además de líquidos o licuados energéticos. 

Cualquier deporte debe ser regular y bajo supervisión, especialmente si es propenso a infartos o sus niveles de azúcar son altos, así como si padece alguna discapacidad que dificulte su práctica. Si existe acetona en la sangre o en la orina, no se puede hacer ejercicio ya que los cuerpos cetónicos aumentarían más. Los cuerpos cetónicos o cetonas son productos de desecho de las grasas y se producen cuando el cuerpo utiliza las grasas en lugar de los azúcares para generar energía. 

La intensidad del ejercicio se puede medir según las pulsaciones del corazón. Si conoce su frecuencia cardiaca máxima, se le debe restar 220 menos su edad en años, y no exceder esa cantidad. 

Junto a la medicación y a la alimentación, el ejercicio puede mejorar muchos síntomas de la diabetes e incrementar más años de vida.